Beneficios del Manejo Integrado de Plagas

Desde hace más de 3000 años, las plagas han causado daños al hombre por la destrucción y contaminación de los cultivos y los alimentos, bien sean materias primas, ingredientes o productos terminados. Se ha encontrado evidencias de que hace centurias los griegos, romanos y chinos aplicaban sustancias para combatir las plagas. Tradicionalmente, se consideran plagas a los roedores (ratas y ratones), insectos voladores (moscas, mosquitos), insectos rastreros (cucarachas, chiripas y hormigas) y taladores (gorgojos y termitas). También hay que considerar otras posibilidades que tienen que ver otros voladores como los pájaros y los murciélagos.

No existe una sola y unánimemente reconocida definición sobre la palabra PLAGA. Dentro de las más utilizadas tenemos:

Durante mucho tiempo se pensó que la única manera de combatir las plagas era con el uso de plaguicidas y, a medida que avanzaba la civilización, se desarrollaron plaguicidas más eficaces y potentes. El uso de plaguicidas se masificó a partir de la segunda guerra mundial y actualmente contamos con insecticidas, herbicidas, fungicidas, rodenticidas y reguladores de crecimiento entre otros. Aún hoy en día, la mayoría de las personas asocian el Control de Plagas únicamente con la aplicación de plaguicidas.

Aunque resulta innegable que los plaguicidas han beneficiado la producción agrícola y el combate de enfermedades humanas y animales (malaria, fiebre amarilla, dengue, leptospirosis, cólera, parasitosis internas y externas, entre otras), el uso indiscriminado y continuo de éstos y la falta de aplicación de normas efectivas de prevención han determinado la aparición de problemas que inciden sobre la salud de las personas (vómitos, diarreas, cefalea, abortos, leucemia, malformaciones congénitas e incluso la muerte), la supervivencia de muchas especies (debido a la contaminación del ambiente por la infiltración en los suelos, acumulación en los cuerpos de agua, desequilibrio en las cadenas tróficas) y el aumento en la resistencia de las plagas al acción de los plaguicidas.

Hoy en día, la sola aplicación de plaguicidas no se considera como la solución más efectiva del problema,  sino la medida correctiva cuando las medidas preventivas (impedir el acceso, impedir el anidamiento e infestación
y la vigilancia continua) hayan fallado o no sean suficientes. Este conjunto de actividades (preventivas  correctivas) se denomina MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS (MIP).

El MIP es un sistema proactivo que se adelanta
a la incidencia del impacto de las plagas en los procesos productivos.

 

En 1983, Liar & Miles, pioneros en el desarrollo del Manejo Integrado de Plagas, lo definieron como un conjunto de procedimientos biológicos, químicos, físicos y de manejo del ambiente usados con elevada eficiencia, contra un vector (plaga) en forma conjunta o secuencial, fundamentados ampliamente en un exhaustivo conocimiento ecológico y cuyos efectos son totalmente aceptados en términos ambientales y de salud pública. El objetivo del MIP es ejecutar la mayor cantidad posible de tácticas de control que no afecten a la salud, al medio ambiente y que sean compatibles entre sí.

Mediante la estrategia del manejo integrado de plagas (MIP), las plagas son tratadas desde el punto de vista de sistemas (sistemas ecológicos) ya que una plaga en particular forma parte de un sistema y hay que considerar el ambiente que la rodea.

El manejo integrado de plagas en las organizaciones que forman parte la cadena de suministro o cadena alimentaria debe ser un elemento esencial de los requisitos preventivos (Programas de Prerrequisitos) para la inocuidad de los alimentos. Es por ello que tanto las Resoluciones de Buenas Prácticas de Fabricación de Alimentos y de Buenas Prácticas de Fabricación de Envases para Alimentos, el Sistema HACCP (sistema de Inocuidad) y la Norma ISO 22000:2018 “Sistemas
de Gestión de la Inocuidad de los alimentos. Requisitos para cualquier organización de la cadena alimentaria” establecen como requisitos el tener un adecuado programa de Manejo Integral de Plagas y la supervisión de aquellas empresas que prestan servicios relacionados con labores de limpieza y control de plagas a fin de garantizar la inocuidad y salubridad de los alimentos y sus insumos durante la elaboración o fabricación, almacenamiento, transporte y comercialización.

Debemos ser conscientes que el manejo integrado de plagas no depende únicamente del responsable o de la empresa de servicios que esté realizando la operación, sino que es una tarea que debe ser llevada a cabo por todos los integrantes del sistema. El responsable del Manejo Integrado de Plagas debe tener la competencia requerida y tiene la responsabilidad de orientar o asesorar a trabajadores de la organización en forma permanente en todo lo que sea necesario
para lograr mejores resultados. Los trabajadores deben tener por lo menos una formación básica en Manejo Integrado de Plagas para que puedan apoyar esta gestión.

Entender las ventajas de implementar un Programa comprensivo de MIP en vez de sólo combatir las plagas al descubrir un problema.

Referencias
Estándar Internacional Codex Alimentarius – CXC 1-1969, Revisado en 2020. Principios de Higiene de los Alimentos. www.codexalimentarius.org